Con la mirada puesta en Beijing, las chicas viajan a Lisboa para tratar de ponerse a prueba ante las que serán sus rivales en la cita olímpica, o bien, agotar las últimas opciones de alcanzar las plazas que dan derecho a participar en los Juegos.



En la categoría de -48, Vanesa Arenas parte con la complicada misión de mejorar el resultado del europeo anterior. En 2007, el bronce le sirvió para estar en el Mundial de Río, pero esta vez, la plata o el oro son los únicos resultados que le valen para poder estar en los Juegos. Ante ella algunas de las mejores judokas del mundo: la rumana Alina Dumitru, oro en lo últimos cuatro europeos, bronce en el último mundial, e indiscutible favorita; la
carismática campeona francesa Fred Jossinet, también bronce en el Campeonato del mundo de 2007; la rusa Liudmila Bogdanova; la vigente subcampeona de Europa, Ludmyla Lusnikova; la húngara Csernoviczki; la portuguesa Ana Hormigo… Ahora solo queda esperar que Vanesa vuelva a ser la judoka que vimos hace un año en Belgrado, y que esté metida de lleno en la lucha por las medallas.

La categoría donde más cara están las plazas olímpicas es, sin lugar a dudas, -52. Es uno de los pocos pesos en los que los 100 puntos del título de Campeón de Europa, no sirven por sí solos, para clasificar para los Juegos. La “mínima”, 120 puntos, que son los que tiene la sexta clasificada, Romi Tarangul, en la quinta plaza tenemos a Ana Carrascosa, con 146 puntos que le dan la clasificación, aunque aún no de forma matemática… ¿qué tendría que pasar para que Ana perdiera su plaza?: tendría que disputarse una extraña final, entre la alemana Tarangul y alguna de las clasificadas entre la octava y la décimo tercera posición, y que Tarangul perdiera, y que Ana no fuera bronce, a lo que habría que añadir a Ann Kharitonova en la ecuación como bronce…. Teniendo en cuenta que este peso cuenta con la actual subcampeona del Mundo, y la vigente campeona de Europa Telma Monteiro, que junto a ella también estará la durísima Autrey La Rizza, y por supuesto la propia Ana, que se presenta como una candidata solvente al podium de Lisboa, parece casi imposible que la valenciana no vaya a estar en Beijing.

¿Con cuantos oros continentales se retirará Isabel?, ¿con seis?, ¿o con siete? Esta es la principal duda de la categoría de -57. La alicantina, vigente campeona de Europa y subcampeona del mundo, viaja a Lisboa con dos objetivos: mantener el ritmo de competición de cara a los Juegos, y volver a subir a lo más alto del podium. Sus rivales, sin la alemana Yvonne Boehisch, actual subcampeona de Europa, la austriaca Sabrina Filzmoser se convierte en el principal obstáculo de Isabel hacia el oro. Junto a ella, destacar a la húngara Baczko, bronce en Río, a la azerbaiana Kifayat Gasimova, a la francesa Barbara Harel y la italiana Quintavalle… Así que como bien nos dijo hace unos meses, “yo ya he hecho mis deberes”… con lo que puede centrarse en la competición sin más presión que la que ella misma se pone.

La que no podrá relajarse en Lisboa es Sara Álvarez. La veterana judoka busca volver a unas Olimpiadas, pero tendrá que andarse con ojo si quiere conservar su undécima
plaza. Si alguna de sus inmediatas siete perseguidoras queda quinta o alguna de las judokas que van tras ella, queda tercera, y Sara no logra disputar medalla (y asegurarse el quinto puesto), la madrileña quedaría fuera, así que el objetivo de Sara debe ser clasificarse por delante de todas las rivales que aspiran a su plaza, para asegurarse el pasaporte a Beijing. Por delante de ella, y con el objetivo de hacerse con la corona europea: la subcampeona del mundo y vigente campeona continental, Lucie Decosse; la subcampeona olímpica Caludia Heill; las excampeonas de Europa, Elisabeth Willeboordse y Sarah Clark; la subcampeona de Europa y medalla olímpica eslovena, Urska Zolnir… nombres habituales en los podiums olímpicos y mundiales que harán de -63 uno de los pesos más disputados. La ausencia más destacada, la de Anna Von Harnier, que no participa en este europeo al ya estar clasificada para los Juegos.

Otra de las grandes ausentes de la “armada” alemana, pero en este caso en -70, será Annett Boehm, bronce en el pasado Villa de París y una de las judokas que nos mencionaba Lei
re como posible rival por el título. Así, las principales rivales de la judoka española deberían ser, la vigente campeona del mundo y campeona de Europa Gevrise Emane, la subcampeona olímpica y excampeona del mundo Edith Bosch y los dos bronces del último mundial, la húngara Anett Meszaros y la italiana Scapin… todas ellas, rivales a las que Leire ya ha demostrado que puede derrotar.

En -78, Esther San Miguel continuará su puesta a punto de cara a los juegos, para volver a estar al nivel previo a su lesión. Ante ella estarán, la vigente campeona de Europa, la francesa Stephanie Possamai, la subcampeona, la rusa Vera Moskalyuk, la británica Michelle Rogers, la italiana Morico y la holandesa Claudia Zwiers, como principales escollos hacia el podium.

Por último, la categoría de +78, donde frente a la campeona de Europa, Anne Sophie Mordiere, la medallista de bronce del último mundial Carola Uilenhoed, la cuatro veces campeona de Europa Karina Bryant, la gigantesca polaca Sadkowska y la rusa Tea Donguzashvili, estará la catalana Alicia Alonso, con el objetivo de hacer unos buenos combates, y si tiene suerte colocarse en la lucha por las medallas. Sus opciones de estar en Beijing pasan por conseguir la plata y que la italiana Torrenti no dispute ninguna medalla.

En resumen, las chicas vuelven a ser nuestra mejor baza. Con Isabel, Leire, Esther y Ana, con la clasificación en el bolsillo, y con la más que probable de Sara, solo falta esperar que Vanesa y Alicia encuentren la inspiración para colocarse en los puestos que dan la calcificación a la olimpiada y de paso nos traigan alguna medalla.

Osotogabi

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